viernes, 25 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

Soy católica.


En España mucha gente me ha preguntado qué religión practico. Siempre les he contestado “Soy católica, aunque no soy practicante...”


Mi abuela paterna era católica muy religiosa. Bajo su influencia, fui a una escuela infantil católica. Aunque después, fui a un colegio público que no se asociaba a ninguna religión, los domingos iba a la iglesia con mi abuela para el curso de catequesis, y a continuación asistíamos a la misa y después yo participaba en los encuentros de niños organizados por la iglesia. Después de 3 ó 4 años del curso de catequesis me bautizaron y recibí la primera comunión, y luego hice la confirmación.


Una de las pinturas de la iglesia a donde yo iba en Tokio.*

Esta pintura fue realizada por un artista italiano.

Es una obra curiosa que intentó acercar el cristianismo a la sociedad japonesa.

No obstante, quiero advertiros que aunque existe la fusión del cristianismo y la cultura japonesa como esta obra,

no es el prototipo del arte cristiano japonés.

No todas las iglesias en Japón tienen este tipo de imagenes.



La gente española suele sorprenderse al saber que soy católica siendo japonesa y siempre me preguntan: ¿Hay muchos católicos en Japón?


Es verdad de que no sabía cuántos católicos hay en Japón. Hasta ahora sólo podía contestarles que hay muy pocos.


Me ha entrado una curiosidad por saber el número de los católicos en Japón y he consultado con la página web de la Catholic Bishops’ Conference of Japan. Según su estadística del año 2008, hay 452.138 japoneses católicos. La población de Japón es unos 127.000.000 habitantes, es decir, el porcentaje de los católicos en Japón es de 0,356%. Este número es el número de las personas bautizadas, por tanto hay que tener en cuenta que hay más gente que cree el catolicismo y va a la iglesia aunque todavía no está bautizada.


En Japón, aunque hay cristianos japoneses que celebran la Navidad con una verdadera espíritu religiosa, en general la Navidad tiene un aspecto bastante comercial con una influencia norteamericana. Si la familia tiene hijos pequeños, suelen hacer una cena familiar como en España. Los mayores, si no son cristianos, probablemente no celebrará nada. Y muchos jóvenes japoneses la celebran con sus amigos o con su pareja. Muchos restaurantes hacen un menú especial de la Navidad y los centros comerciales hacen una campaña de venta de regalos y están llenos de villancicos norteamericanos (Jingle Bells, Santa Claus is coming to town, Rudolph the Red-nosed Reindeer, etc.) y música pop norteamericano o japonesa de Navidad. Los niños esperan la llegada de Santa Claus, incluso algunos con un calcetín al lado de su almohada. Algunas calles están decoradas con iluminación navideña y hay casas que ponen un abeto con adornos. La ciudad tiene un ambiente alegre y romántico.


¿Dónde y cómo celebrarán este día especial los lectores de mi blog? Espero que estéis pasando unas felices fiestas con vuestros seres queridos.


¡Feliz Navidad!


*La foto tomada y publicada con autorización expresa de la iglesia.

Queda prohibida, de forma total o parcial, la transformación, distribución, comunicación pública, puesta a disposición o cualquier otra forma de explotación, así como su modificación, alteración o descompilación de esta foto.

martes, 22 de diciembre de 2009

Número de la suerte

Cuando compro las loterías, suelo comprar una que termina con el número 8. Porque el número 8 es el número de la buena suerte en Japón.


¿Por qué el número 8 está considerado como el número de la buena suerte? Para saberlo, hay que ver cómo se escribe el número 8 en japonés. Como podéis ver abajo, la letra del número 8, su comienzo (la parte superior) está cerrado, pero luego se abren, es decir, está simbolizando prosperidad en el futuro o buenas perspectivas.

A decir la verdad, me ha tocado muy pocas veces la lotería, así que esta estrategia del número 8 no está funcionando exitosamente. Pero bien, voy a tener fe en la suerte japonesa y seguiré comprando el número 8.


Hablando de los números, en Japón los números 4 y 9 son los números de la mala suerte. El 4, se pronuncia “shi” en japonés y hay una palabra homófona que significa “muerte”. El 9, se pronuncia “ku” y hay una palabra homófona que significa “dolor”, “agonía” y “sufrimiento”. Por eso, los japoneses asocian los números 4 y 9 a mal augurio.


También el número 42 está considerado de número gafe. Aunque su pronunciación “yonjyuni” no tiene un sentido negativo, si se pronuncia individualmente cada número “shi (4)” y “ni (2)”, o sea “shini”, significa “a morir”. De hecho, no hay matrícula de coche que termina con 42 (creo que 49 tampoco). Algunos hoteles u hospitales no tienen habitación número 42.


Mientras preparaba este capítulo, me he dado cuenta de que las loterías que he comprado, aunque terminan con 8, contienen 42 y 49 en el número. (Ver la foto de arriba.) Es verdad de que cuando las compré, comprobé que terminaban con 8, pero no me fijé mucho el resto del número. Compraba los números de que disponían los puestos de venta. Ahora estoy empezando a sospechar que no me tocaron estas loterías no porque no funcionaba mi número de suerte 8, sino porque los números 42 y 49 emitían una onda negativa (lo digo de broma, no soy tan supersticiosa).


El número 8 no ha tenido éxito en la lotería de Navidad de este año… A veces pienso que es mejor gastar el dinero para otra cosa en vez de comprar las loterías, pero me gusta aquella pequeña ilusión hasta que se descubra el número premiado.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿De parte de quién, por favor?

La telefonía fija y el móvil son herramientas imprescindibles para nuestra vida profesional.



Veamos las siguientes conversaciones.


Caso 1:

Ring, ring, (Suena el teléfono de mi compañera, pero ella no se encuentra en su sitio. Capturo la llamada de mi compañera.)

Yo: (nombre de mi empresa), buenos días.

Interlocutor: Hola buenos días. Sr. XXX, Director de XXX, por favor.

Yo: Voy a ver si está... ¿de parte de quién, por favor?

Interlocutor: De parte del Sr. XXX, Empresa XXX.

Yo: Un momento por favor...


Caso 2:

(Estoy realizando una llamada a alguien.)

Ring, ring, ring, ring, ring…

Interlocutor: Sí diga.

Yo: Hola buenas tardes. Soy (mi nombre) del Departamento de XXX de (nombre de mi empresa). ¿Podría hablar con la Sra. XXX del Departamento de XXX?

Interlocutor: Ahora mismo no está en su despacho. ¿Puedes llamarle un poco más tarde?, por favor.

Yo: De acuerdo. Gracias. Hasta luego.

Interlocutor: Gracias, hasta luego. Clack (ruido al colgar el teléfono).


Cuando empezaba a trabajar en España, no podía creer que se podían permitir estas conversaciones en el ámbito profesional.


Cuando me incorporé en la primera empresa después de terminar mi carrera, el Departamento de RRHH entregó una serie de documentos a todas las personas recién incorporadas. Uno de los documentos fue un manual interno de protocolo empresarial editado por esa empresa, que establecía las pautas a seguir por todos los trabajadores de la misma. Dentro de ese manual, hay un capítulo dedicado a la etiqueta para llamadas telefónicas. Aquí cito algunas pautas indicadas en él.


Para recibir llamadas:

- Contestar la llamada rápidamente, dentro de 3 timbres. En caso de coger la llamada después de más de 3 timbres, pedir disculpas por haberle hecho esperar.

- Antes de coger el teléfono, preparar un cuaderno o un bloc para tomar notas. Al coger la llamada, decir el nombre de empresa y departamento (para llamadas exteriores) o el nombre de departamento y tu nombre (para llamadas internas).

- Si no está la persona con quien quiere hablar la persona que llama, pedir disculpas por que la persona solicitada no puede atenderle. Luego, preguntarle si quiere dejar un mensaje o si puedes ayudarle, etc. (Pero, nunca decir, “Llámale más tarde.”) Antes de colgar, dejar tu nombre para que tu interlocutor pueda saber con quién ha hablado en vez de la persona que quería hablar.

- Colgar el auricular después de que tu interlocutor cuelgue.


Para hacer llamadas:

- En primer lugar, identificarte por el nombre de empresa, departamento y tu nombre (para llamadas exteriores) o el nombre de departamento y tu nombre (para llamadas internas).

- En principio, la persona que ha llamado debe colgar el teléfono primero. Al colgar el auricular, no hacer ruido. (P. ej. colgar con los dedos y luego colocar el auricular.) No obstante, si llamas a una persona con mayor rango que tú o a un cliente, es mejor esperar hasta que cuelgue tu interlocutor.


Además de dichas pautas, el manual interno mencionaba como recomendaciones, por ejemplo:

- Pronunciar correctamente y vocalizar bien.

- Tener cuidado con el uso de homónimo

- Usar apropiadamente el lenguaje de cortesía.

- Antes de hacer llamadas, preparar bien (información necesaria, dudas que aclarar, etc.)

- Una llamada telefónica es como una visita sin previo aviso. Comentar cosas brevemente y intentar no alargar coversaciones.


Me parece que cada vez que me trato de los temas del ámbito laboral en Japón, estoy hablando del rigor, severidad y disciplina de las empresas japonesas. ¿Os apetece trabajar en las empresas japonesas?



jueves, 10 de diciembre de 2009

Parte de incidencias entre la pareja

En España, además de la empresa donde trabajo ahora, he trabajado en otra empresa también. En Japón lo vi raramente en la oficina, pero parece que en España es algo normal.


En la oficina, aunque sean sólo unos minutos, veo a mis compañeros hablando por teléfono con su pareja. Algunos de ellos hablan con su pareja casi todos los días, incluso más o menos a la misma franja horaria.


Por supuesto, puede ocurrir algo importante y urgente, y tienen que comentarlo a su pareja para solucionarlo, pero ¿ocurría una situación de emergencia todos los días?


Si viven juntos, se verán después de trabajo y tendrán tiempo para hablar. Aunque no viven juntos, podrán hablar con su pareja tranquilamente después de su trabajo.


Entonces, ¿de qué hablan con su pareja diariamente en la oficina? Hasta ahora nunca he tenido ocasión de preguntarlo a mis compañeros, pero si no se trata de casos de emergencia, posibles contenidos de la conversación serían...


¿Ha llegado bien a la oficina?

¿Tiene mucho trabajo?

¿Qué ha comido?

¿Cómo están los niños?

¿Qué cenar esta noche y qué hay que comprar para prepararlo?

¿Algo así?


Denominaría esta charla telefónica con su pareja como “intercambio de parte diario de incidencias entre la pareja”.


En Japón, o por lo menos en las oficinas donde trabajé, estaba mal visto hacer o recibir las llamadas personales durante la jornada de trabajo. Si te llaman desde tu casa, eso quería decir, algo muy grave, por ejemplo, alguien ha muerto, alguien ha tenido un accidente o ha ocurrido alguna incidencia grave en casa, etc. Pero, mientras trabajamos, no llamamos a nuestra pareja simplemente para preguntarle cómo está.


Como comenté en el capítulo “¡Buen embarazo y hasta la vuelta!”, en muchas empresas japonesas no hay cultura de conciliación de la familia con el trabajo. Por lo cual, durante la jornada laboral, los asuntos familiares o personales no tienen prioridad, salvo que sea algo realmente urgente e importante.


Entiendo la mentalidad japonesa y durante el horario de trabajo debemos dedicarnos 100% a nuestro trabajo, pero un ambiente tan severo y rígido... Una vez acostumbrada a trabajar en España, si volviera a trabajar en Japón, me sentiría asfixiada.

sábado, 5 de diciembre de 2009

¿Puedo abrirlo?

¿Puedo abrirlo? Cuando recibo un regalo, suelo hacer esta pregunta a la persona que me ha dado el regalo.


En Japón, tradicionalmente era mala educación abrir el regalo delante de la persona que te ha regalado en el momento de recibir. Se podía considerar algo vulgar u ordinario.


No obstante, desde hace tiempo (¿desde hace 30-40 años?), Japón ha venido recibiendo la influencia de la cultura occidental y parece ser que los jóvenes japoneses de ahora abren los regalos al instante, aunque el protocolo social nos recomienda pedir un permiso para abrirlo. Pero esto es para regalos con los motivos personales (cumpleaños, algún aniversario, etc.). En Japón, en julio y en diciembre tenemos costumbre de hacer obsequios de cortesía (suele ser comida o bebida) en señal de agradecimiento a las personas que hemos recibido atenciones especiales, como por ejemplo, a los padres, parientes, jefes, clientes, maestros, etc. Aunque mucha gente envía este obsequio por mensajería, si se entrega personalmente, no solemos abrirlo al momento. También tenemos costumbre de regalar el dinero en un sobre especial para celebraciones formales: bodas, funerales, Año Nuevo (el último es sólo para los niños), en este caso, jamás debemos abrir el sobre del dinero delante de la persona que nos regala.


Por otro lado, para nosotros el envoltorio es muy importante. Los centros comerciales y tiendas envuelven los regalos con detalle y hay tiendas especiales para envolver los regalos con mucho arte. Cuando abro los regalos, no suelo romper el papel de envolver, porque considero que el papel también una parte del regalo. Quizá la persona que me lo regala elegió ese papel y cinta pensando en mí o haciendo juego con el regalo. Pienso que al papel de envoltorio también merece un cierto cuidado.



Creo que en España es más habitual abrir los regalos enseguida y mostrar su agradecimiento haciendo comentarios sobre los regalos. Me parece que esta reacción es más natural y humana. Si soy yo quien regala, me gustaría saber si le ha gustado mi regalo a la persona que lo recibe. En España, a veces vacilo en preguntar si puedo abrir el regalo, porque si no saben la tradición japonesa, quizá esta pregunta les podría sonar un poco absurda a los españoles


Soy de la generación con la influencia occidental, pero con la disciplina tradicional de la generación de mis padres. Si me veis pidiéndoos un permiso para abrir el regalo y abriéndolo patosamente para que no se rompa el papel, no os extrañéis. Detrás de mí está toda esta historia.

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