A continuación del capítulo anterior “Transformación de sardina en salmón”, vamos a conocer un poco más el metro y el tren de Tokio.
A la hora punta de la mañana, el metro y el tren de Tokio tienen un 50% más, incluso el doble, de pasajeros a bordo. Si fueran latas de sardinas de verdad, estaríamos encantados de que su contenido tenga un 50% o el doble de aumento. Pero en caso del metro y tren, no es nada bienvenido. Para empezar el día, no hay una situación más fastidiosa que ésta.
El vagón está lleno de gente. Estamos completamente aplastados. No hay ningún espacio desperdiciado.
Aprovechando esta circunstancia, hay hombres que intentan tocar el cuerpo de las mujeres de alrededor. Aunque las mujeres quieren evitarles, están tan aplastadas que es imposible moverse ni cambiar del sitio. Aunque ellas quieren llevar a estos hombres indecentes y vergonzosos a la seguridad de la estación, es imposible localizarles porque está tan lleno de gente, no se puede saber de dónde viene esa mano pecadora.
Desde hace unos 10 años, algunas empresas del tren y del metro empezaron a asignar uno de los vagones exclusivamente para las mujeres. En realidad, varias líneas habilitan este vagón especial no sólo para las mujeres sino también para los niños menores de 12 años, los discapacitados y sus acompañantes. Sin embargo, como en el cartel del vagón figura “Women only”, mucha gente piensa que pueden entrar solo las mujeres. (Es verdad de que no sé por qué tiene este cartel confuso.)
La señal en el suelo del andén, que indica la altura de las puertas del vagón de “Women only”.
Nunca he probado el vagón de “Women only”. Estos vagones especiales suelen estar disponibles sólo a la hora punta de la mañana (de las 7:00 a las 9:30 aprox.). Cuando estoy en Tokio, o sea, cuando estoy de vacaciones, no madrugo y no suelo coger los trenes a esas horas.
Me parecía una buena medida para proteger a las mujeres de aquellos hombres infames. Pero según lo que he oído, el vagón de “Women only” está causando otros problemas.
Debido a los vagones de “Women only”, el resto del tren sufre la mayor aglomeración que antes. No todas las mujeres prefieren el vagón especial. Hay mujeres que quieren estar en el vagón cerca de la salida de su estación. Por lo cual, a veces el vagón de “Women only” no llega a completar, mientras otros vagones están saturados de los pasajeros.
También he oído que por culpa de los vagones de “Women only”, ha bajado el nivel de educación (me refiero a los buenos modales) de las mujeres en el vagón. Como dentro del vagón de “Women only”, no hay presencia de los hombres, algunas mujeres se comportan de manera poco educada, por ejemplo; se maquillan, se peinan, comen, charlan a voces, etc.
En fin, creo que los vagones de “Women only” no son una solución definitiva sino son una segunda alternativa. Hay que pensar cómo aflojar la aglomeración de los pasajeros, que es el principal problema. Si no hay este problema, no habría hombres molestando a las mujeres, por tanto, no necesitaría un vagón especial para las mujeres, entonces las mujeres actuaría de forma más fina.
En Madrid, algunas veces puedo encontrar asientos libres en el metro para ir a trabajar. Tengo que apreciar lo que tengo y agradecerlo.
Bueno, ¡que tengáis una feliz semana!
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