domingo, 21 de marzo de 2010

Día Nacional del Hombre Trabajador Japonés

En marzo, tenemos 2 días relacionados con las mujeres: el 3 de marzo, el Día de las Niñas en Japón (ver el capítulo “Ley de la izquierda”) y el 8 de marzo, el Día internacional de la Mujer (Día internacional de la Mujer Trabajadora).


El Día de las Niñas en Japón, esta fiesta no hay nada que ver con la igualdad de género ni con la mejora de las situaciones de las mujeres. Es una fiesta tradicional para desear que las niñas crezcan sanas y felices.


Es verdad de que en Japón el 8 de marzo, el Día internacional de la Mujer, no es muy conocido. De hecho, me enteré de la existencia de este día después de venir a España. Los telediarios o periódicos no hablan prácticamente nada sobre este día y no suelo ver la manifestación de las mujeres japonesas para luchar por las mejoras de su situación laboral. ¿Esto quiere decir que las mujeres japonesas tienen la misma condición laboral que los hombres y están contentas con su ámbito profesional?


Cuando veo las manifestaciones de las mujeres españolas por la mejora de las situaciones del trabajo, pienso “No sabéis lo que tenéis, la situación de las japonesas está mucho más atrasada.”


En la empresa española donde trabajo ahora, de los 16 miembros del Consejo de Administración, 7 son ocupados por mujeres. El equipo directivo tiene 5 directores, de los cuales 2 son mujeres. Cuando estuve en la empresa japonesa en Tokio (es una de las empresas importantes en Japón, que tiene más de 130 años de historia y tiene unos 15.000 empleados en todo el mundo), no había ni una mujer en unos 50 miembros del Consejo. Tampoco había una directora en unos 300 (¿ó 400?, no me acuerdo...) departamentos y sucursales que tenía esa empresa.


Yo calculo como mínimo 10 años para que salgan las directoras en las empresas rígidas japonesas.


En Japón la mayoría de la gente se incorpora en una empresa después de terminar su carrera sin ninguna experiencia profesional. Las empresas están dispuestas a formar a sus trabajadores novatos desde cómo saludar a sus clientes, cómo coger o hacer una llamada telefónica, etc. La gente suele trabajar en la misma empresa hasta su jubilación. Los miembros del equipo directivo llevan más de 30 años trabajando en la misma empresa y no es muy habitual hacer un headhunting para el equipo directivo. Como os comenté en el capítulo “¡Buen embarazo y Hasta la vuelta!”, muchas trabajadoras dejan de trabajar cuando tengan hijos, o sea, abandonan la carrera de promoción antes de alcanzar al nivel directivo.


Por otro lado, quiero mencionar que en Japón tenemos un sistema de contratación muy peculiar. Las empresas ofrecen a los aspirantes 2 categorías de contrato: Sougou-shoku (careara directiva) y Ippan-shoku (carrera administrativa).


Los empleados de Sougou-shoku (carrera directiva) se encargan de las tareas más complejas con más responsabilidad. Aunque empiezan como un novato haciendo las tareas administrativas, tienen posibilidad de promoción al nivel directivo, incluso a la Presidencia, subiendo muchísimos peldaños de la escalera jerárquica de la empresa. La jornada de trabajo es completa, yo diría “completísima” con las horas extras. Tendrá unos 20 días laborales de vacaciones, pero tener 20 días de vacaciones no significa “poder usarlos”. También tienen que estar disponibles para cambiar la residencia en el ámbito nacional e internacional. Las empresas suelen avisar el cambio de puesto de trabajo con poca antelación (por ejemplo, 1-2 semanas de antelación para nacional y 2 meses para internacional) y los empleados se trasladan a otra ciudad o otro país sin saber cuánto tiempo van a vivir allí (podría ser 2 años ó quizá 5 años), o sea, hasta el próximo aviso repentino de la empresa. Según el destino, muchos empleados se trasladan solos sin su familia, es decir, vivir varios años separados de su familia. Su lealtad a la empresa y su sacrificio de la vida personal son algo incondicional.


Las empleadas de Ippan-shoku (carrera administrativa) se encargan de las tareas administrativas. Puede haber cambios de puesto de trabajo, pero siempre dentro de la misma ciudad, por tanto, es más fácil planificar y organizar tu vida. Se pueden promocionar, pero después de 30 años de trabajo llegarán como mucho al puesto de coordinadora o sub-jefa de una unidad o una área, o sea, el segundo nivel de la dirección.


Sougou-shoku suele ser compuesto de los hombres, mientras Ippan-shoku de las mujeres. Antes de que la Ley de la Igualdad de Oportunidades en los Empleos entró en vigor en 1985, la puerta de acceso a Sougou-shoku no estaba abierta para las mujeres. Por lo menos, ahora si las mujeres quieren, pueden desarrollar su carrera profesional como Sougou-shoku con los empleados varones. Llevamos 25 años con esta Ley, o sea, faltarán unos 10 años más hasta que salgan las mujeres de Sougou-shoku en el equipo directivo. Pero, a decir la verdad, hay muchas mujeres que se conforman con Ippan-shoku. ¿Por qué las mujeres japonesas dan la espalda a esta oportunidad de poder trabajar en la misma condición que los hombres?


Francamente no sé si merece la pena trabajar como los hombres japoneses. Me gusta trabajar, pero no podré entregar mi vida a una empresa. Yo propondría primero “el Día Nacional del Hombre Trabajador Japonés” por su vida equilibrada de la vida profesional y personal, luego lucharíamos por la igualdad de género para que las mujeres puedan (y quieran) trabajar en la misma condición profesional que los hombres.

viernes, 12 de marzo de 2010

La vida de un árbol sagrado

Ayer mi madre me mandó un mensaje diciendo que por viento fuerte y mal tiempo que hacía en todo el Japón se había caído el árbol de gingko de un templo sintoista muy importante en la Ciudad de Kamakura. Kamakura está situada a unos 50 km al suroeste de Tokio y fue la ciudad donde estuvo el gobierno del shogunato del clan MINAMOTO desde 1192 hasta 1333. (Presenté las tapas de las alcantarillas de Kamakura en el capítulo “Suelo divertido”.)


El árbol de gingko situado a la izquierda de la escalera es el árbol que se cayó hace 2 días.

(Foto tomada en agosto de 2009)


Nos llamó la atención esta noticia porque en el verano del año pasado, cuando estuve en Tokio de vacaciones, mi madre y yo visitamos Kamakura y fuimos justo a ese templo sintoista y vimos ese árbol de gingko. Este árbol tiene unos 1000 años y está considerado como un árbol sagrado. Los responsables de dicho templo, también los ciudadanos de Kamakura, quieren replantar este árbol de gingko, pero los “médicos de los árboles” lo ven bastante difícil, ya que el árbol se partió al pie del mismo.


Cuando vivía en Japón, era normal ver los objetos naturales (por ejemplo, árboles gigantescos, rocas enormes, bosques, cataratas, montañas, etc.) considerados como un objeto sagrado o un lugar sagrado. Porque el Sintoísmo (una religión originada de Japón) es una especie de animismo y se cree que existen las deidades en cada elemento natural y en los fenómenos de la naturaleza. En Japón, en los santuarios veréis varios objetos naturales atados con una cuerda de junco. Esta cuerda de junco es un protector y divide entre la zona sagrada y la zona impura. (Hablé de esta cuerda dentro del capítulo “Japón en invierno” con la foto de “Ekiden”.)


Cuerda de junco del árbol sagrado de gingko de Kamakura arriba mencionado

(Foto tomada en agosto de 2009)


He viajado muchos sitios en España. Pero, no me acuerdo si he visto algún objeto natural que esté considerado como algo sagrado. Es lógico, porque en España el animismo no tiene tanta presencia como en Japón. Como Japón es un país que ha venido conviviendo con los catástrofes naturales (terremotos, tsunamis, tifones, etc.) durante toda su historia y seguirá conviviendo con ellos, nosotros japoneses consideramos que la naturaleza está fuera de nuestro dominio, así la naturaleza adquirió su divinidad en la cultura japonesa. Es verdad de que desde que empecé a vivir fuera de Japón, pienso más del origen de mi cultura. Creo que es porque he experimentado otra cultura con que puedo comparar.


No sé si sobrevivirá este árbol de gingko de Kamakura. Si no consiguiera ser restaurado, él acabaría su vida por causa de un fenómeno natural, no a manos de los seres humanos. Su pérdida es una pena, pero muere en los brazos del dios del Viento. Quiero pensar que es una muerte digna para este gingko que llevaba casi 1000 años protegiendo la Ciudad de Kamakura.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Ley de la izquierda

En Japón, hoy 3 de marzo es la fiesta de las niñas. No es un día festivo nacional, pero es un evento tradicional y lo celebramos todos los años, sobre todo si una familia tiene niña/s.


El origen de esta fiesta se remonta al siglo XIII y se celebra para desear la salud de las niñas. La fiesta se llama “Hima matsuri”, cuya traducción literal es “Fiesta de las muñecas”.


Desde mediados de febrero, cada familia expone dentro de su casa una serie de muñecas vestidas con trajes japoneses tradicionales. Las muñecas representan al Emperador, la Emperatriz, las meninas, los músicos, los ministros, las escoltas y miniaturas de muebles japoneses tradicionales. Estas muñecas suelen estar colocadas en una base de 5 ó 7 escalones, o sea, la altura de estos escalones puede llegar a unos 150cm.


Es una pena que no pueda colgar fotos de mis muñecas de Tokio, es que como no suelo volver a Japón en febrero o marzo, no tengo ninguna foto de mis muñecas en Madrid...


Cuando colocaba las muñecas con mi madre en Tokio, la duda que nos surgía era “¿cómo colocar el Emperador y la Emperatriz, el Emperador a la derecha o a la izquierda?


En España y muchos otros países, según el protocolo, existe la “Ley de la derecha” y el lugar de honor se establece en el lado derecho. O sea, desde el punto de vista del observador, el lado izquierdo es el lugar de honor.



En cambio, en Japón tradicionalmente teníamos la “Ley de la izquierda”, es decir, el lugar de honor se establece en el lado izquierdo (derecho mirando de frente). Cuando se ponían el Emperador y la Emperatriz juntos, el Emperador se ponía a la izquierda de la Emperatriz, o sea, desde el espectador, el Emperador estaba a la derecha y la Emperatriz a la izquierda. (Justo al revés del dibujo de arriba.) Por lo tanto, la colocación de las muñecas de Hina matsuri también seguía este principio.


Sin embargo, cuando el abuelo del Emperador actual heredó el trono, en el acto oficial celebrado en Tokio se puso a la derecha siguiendo el protocolo internacional. Desde entonces, la Ley de la derecha se puso popular y influyó al orden de las muñecas de Hina matsuri, aunque según las regiones de Japón, algunas adoptaron la Ley de la derecha y otras mantiene la Ley de la izquierda.


No sé si os acordáis del capítulo “¿A la izquierda o a la derecha?” de mi blog. Ahora pienso que en Japón, siendo un país tan metropolitano, la costumbre de “derecha” y “izquierda” son al revés del sistema internacional.

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