domingo, 29 de noviembre de 2009

Detrás de la densidad de población

Después de tratarme de la aglomeración del metro y tren de Tokio en los capítulos anteriores, ahora tengo curiosidad de saber el número de habitantes de Tokio y Madrid.


A través de los datos de la web del Gobierno de Tokio (a fecha del 1 de noviembre de 2009) y de la web del Instituto Nacional de Estadística de España (a fecha del 1 de enero de 2008), podemos observar que es abismal la diferencia en la densidad de población entre dos ciudades.


Prefectura de Tokio (Una “prefectura” equivale a una provincia.)

Población: 12.993.920 habitantes (6.463.548 hombres y 6.530.372 mujeres)

Superficie: 2.187,65 km²

Densidad de población: 5.940 habitantes por km²


Comunidad de Madrid

Población: 6.271.638 habitantes (3.040.658 hombres y 3.230.980 mujeres)

Superficie: 8.021,80 km²

Densidad de población: 782 habitantes por km²



Las superficies de la Prefectura de Tokio y de la Comunidad de Madrid incluyen las zonas muy poco pobladas (p.ej. montañas). Para ver la situación más similar a nuestra vida urbana, vamos a enfocar sólo las zonas céntricas, así podemos comparar entre Tokio y Madrid de manera más homogénea.


Zona metropolitana de Tokio: 23 distritos especiales de Tokio

Población: 8.806.037 habitantes (4.365.936 hombres y 4.440.101 mujeres)

Superficie: 621,98 km²

Densidad de población: 14.158 habitantes por km²


Municipio de Madrid

Población: 3.213.271 habitantes (1.511.818 hombres y 1.701.453 mujeres)

Superficie 605,77 km²

Densidad de población: 5.304 habitantes por km²


Tokio tiene la densidad de población casi triple que Madrid. Es lógico que los trenes de Tokio estén abarrotados de pasajeros.


Pero, por otro lado, pienso que a pesar de tanta población, en Tokio las cosas funcionan de modo muy organizado y coordinado. Como ya habéis visto en el capítulo “Transformación de sardina en salmón”, al salir y entrar en el vagón del tren, cientos de personas se mueven sincronizadamente.


Me parece que el carácter de los japoneses se refleja en estas cosas. Los japoneses solemos ser respetuosos con las normas (creo). La gente espera el metro en el andén, pero “dentro de las líneas indicadas”. Esto no es obligatorio y no hay ninguna multa ni penalización aunque no lo hagamos. Pero la mayoría de los japoneses lo respeta.


En Japón hay muchas cosas que funcionan armónicamente. Pero, estas cosas se han llevado a cabo no gracias a las normas y reglas, sino gracias a la voluntad de cada ciudadano que observa las normas y reglas.


No sé si este carácter es algo nato de los japoneses o hemos venido adquiriendo para que las cosas funcionen con la mejor operatividad a pesar de la mayor población que tenemos.


Venga de donde venga su origen, es uno de los caracteres de los japoneses que admiro.


lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Sardinillas sobreprotegidas?

A continuación del capítulo anterior Transformación de sardina en salmón”, vamos a conocer un poco más el metro y el tren de Tokio.


A la hora punta de la mañana, el metro y el tren de Tokio tienen un 50% más, incluso el doble, de pasajeros a bordo. Si fueran latas de sardinas de verdad, estaríamos encantados de que su contenido tenga un 50% o el doble de aumento. Pero en caso del metro y tren, no es nada bienvenido. Para empezar el día, no hay una situación más fastidiosa que ésta.


El vagón está lleno de gente. Estamos completamente aplastados. No hay ningún espacio desperdiciado.


Aprovechando esta circunstancia, hay hombres que intentan tocar el cuerpo de las mujeres de alrededor. Aunque las mujeres quieren evitarles, están tan aplastadas que es imposible moverse ni cambiar del sitio. Aunque ellas quieren llevar a estos hombres indecentes y vergonzosos a la seguridad de la estación, es imposible localizarles porque está tan lleno de gente, no se puede saber de dónde viene esa mano pecadora.


Desde hace unos 10 años, algunas empresas del tren y del metro empezaron a asignar uno de los vagones exclusivamente para las mujeres. En realidad, varias líneas habilitan este vagón especial no sólo para las mujeres sino también para los niños menores de 12 años, los discapacitados y sus acompañantes. Sin embargo, como en el cartel del vagón figura “Women only”, mucha gente piensa que pueden entrar solo las mujeres. (Es verdad de que no sé por qué tiene este cartel confuso.)


La señal en el suelo del andén, que indica la altura de las puertas del vagón de “Women only”.

Nunca he probado el vagón de “Women only”. Estos vagones especiales suelen estar disponibles sólo a la hora punta de la mañana (de las 7:00 a las 9:30 aprox.). Cuando estoy en Tokio, o sea, cuando estoy de vacaciones, no madrugo y no suelo coger los trenes a esas horas.


Me parecía una buena medida para proteger a las mujeres de aquellos hombres infames. Pero según lo que he oído, el vagón de “Women only” está causando otros problemas.


Debido a los vagones de “Women only”, el resto del tren sufre la mayor aglomeración que antes. No todas las mujeres prefieren el vagón especial. Hay mujeres que quieren estar en el vagón cerca de la salida de su estación. Por lo cual, a veces el vagón de “Women only” no llega a completar, mientras otros vagones están saturados de los pasajeros.


También he oído que por culpa de los vagones de “Women only”, ha bajado el nivel de educación (me refiero a los buenos modales) de las mujeres en el vagón. Como dentro del vagón de “Women only”, no hay presencia de los hombres, algunas mujeres se comportan de manera poco educada, por ejemplo; se maquillan, se peinan, comen, charlan a voces, etc.


En fin, creo que los vagones de “Women only” no son una solución definitiva sino son una segunda alternativa. Hay que pensar cómo aflojar la aglomeración de los pasajeros, que es el principal problema. Si no hay este problema, no habría hombres molestando a las mujeres, por tanto, no necesitaría un vagón especial para las mujeres, entonces las mujeres actuaría de forma más fina.


En Madrid, algunas veces puedo encontrar asientos libres en el metro para ir a trabajar. Tengo que apreciar lo que tengo y agradecerlo.


Bueno, ¡que tengáis una feliz semana!


jueves, 19 de noviembre de 2009

Transformación de sardina en salmón

Para ir a trabajar, utilizo el metro. Hay algo que me hace pensar “Si no existiera esto, empezaría el día de manera más agradable.”


Es verdad de que ya me he acostumbrado a esto, pero cuando acababa de llegar a España, para mí fue algo chocante culturalmente y “físicamente”.


Cuando estoy en el vagón del metro, en el andén a veces encuentro a personas esperando justo delante de las puertas. Hay pasajeros que se apartan para dejar pasar a la gente que sale del vagón, pero hay personas que intentan subir al vagón enseguida avanzando entre los pasajeros salientes y casi chocando hombro con hombro. Por otro lado, dentro del vagón hay gente alrededor de las puertas, pero no bajan para dejar salir a los demás. En algunas ocasiones se agarran a la barra y están convirtiéndose en un autentico obstáculo.


En las estaciones de Tokio, en los andenes hay señales donde se indica la altura a la que estarán las puertas de los vagones. A la hora punta de la mañana, esperamos en el lado lateral de esas señales (además, haciendo colas ordenadas) para no molestar a la salida de la gente del vagón. Dentro del vagón, las personas cerca de las puertas bajan una vez, aunque no es la estación suya, para que los demás puedan bajar del vagón cómodamente. Esperamos hasta que salgan todos los pasajeros salientes y después entramos en el vagón.


El andén de una de las estaciones de la cercanía interurbana de Tokio.

En el muro veréis una señal de cuatro personas, que indica donde llegan las puertas del vagón.

En el andén, junto con una instrucción “se ruega ponerse en dos hileras”,

hay señales de líneas blancas, donde la gente hace colas sin estorbar.

Después de que salgan los pasajeros, subirán al vagón siguiendo la dirección de las flechas.


En el metro de Madrid, cuando estamos a punto de llegar a una estación, las personas detrás de mí me preguntan, “¿Vas a bajar?” Cuando llevaba poco tiempo en España, yo no entendía para qué me lo preguntaban. Me extrañaba, “¿Por qué esta persona que desconozco quiere saber dónde bajo? Como en aquella época mi nivel de español no era muy bueno, pensé que podría haber otro significado y buscaba un segundo sentido detrás de esa pregunta… En Tokio, como es normal que los pasajeros al lado de las puertas bajen del vagón para los demás, no necesitamos hacer esa pregunta para asegurar la salida.


Afortunadamente me libré de ser una de las sardinas enlatadas del metro de Tokio, pero en Madrid para salir del vagón, me he transformado en un salmón que nada contra corriente.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El arte más cerca de todos

Me gusta ir a ver exposiciones del arte. Me parece que en Madrid el arte está más cerca del público que en Tokio.



En Madrid, los museos y las salas de exposiciones de las fundaciones están abiertos hasta las ocho o nueve de la tarde, por tanto, podemos ir a las exposiciones después de trabajo. Los museos de Tokio cierran a las cinco o seis. Con este horario, los trabajadores no pueden ir a los museos entre semana. Si vas a una exposición interesante en un fin de semana, es como si fueras al mueso para ver las cabezas de otros visitantes pegados con las vitrinas en vez de ver las obras del arte.


Pero, este horario de los museos puede tener su lógica. Como os comenté en el capítulo “Entre comidas”, allí la gente suele cenar sobre las siete. Quizá los museos no pueden contar con muchos visitantes a partir de las seis de la tarde.


Por otro lado, en Madrid la mayoría de los museos tiene entrada gratuita los sábados por la tarde y los domingos. Las entradas de las salas de exposiciones de las fundaciones son gratuitas. En cambio, en Tokio las entradas de las exposiciones permanentes suelen costar entre 400 y 600 yenes (entre 3 y 4,5 euros) y las exposiciones temporales entre 1.000 y 1.500 yenes (entre 7,5 y 11 euros). Las salas de exposiciones de las fundaciones también hay que pagar la entrada. No es muy habitual que los museos y las fundaciones tengan la entrada gratuita los fines de semana. Algunos museos la tienen para algunos días especiales, por ejemplo, el 3 de noviembre, ya que es el Día de la Cultura (Día festivo en Japón. Podéis ver el capítulo anterior “Happy Monday”.).


Hay vida después de trabajo y todos podemos disfrutar del arte independientemente de la economía que tiene cada uno. Esto es algo normal aquí, pero para mí es un gran lujo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Happy Monday

Hoy lunes 9 de noviembre es la fiesta local de Madrid, porque Nuestra Señora de la Almudena es la patrona de esta ciudad.


En el primer año en España, me llamó la atención que la mayoría de los días festivos nacionales y locales está vinculada con el cristianismo.


Los días festivos en Japón son de conceptos totalmente diferentes. Vamos a verlos uno por uno:


1 de enero: Año Nuevo

Se celebra el comienzo del año.


Segundo lunes de enero: Día de los Adultos

Hasta 1999 se celebraba el 15 de enero. Desde el siglo VIII hasta el siglo XIX, en esta fecha los niños de 12-16 años hacía ceremonia de la mayoría de edad. Hoy en día, los jóvenes que cumplen los 20 años entre el 2 de abril del año anterior y el 1 de abril del año presente (El año escolar japonés comienza en abril y termina en marzo.) celebran la nueva etapa de la vida como adultos.


11 de febrero: Día de la Conmemoración de la Fundación de Japón

Según Nihon-Shoki (el segundo libro de la Historia de Japón escrita en 720 d.C.), el Emperador Jinmu, el primer emperador japonés, ascendió al trono en este día de 660 a.C.


20 o 21 de marzo: Equinoccio de primavera

Según la Ley de los días festivos nacionales, es el día para admirar a la naturaleza y amar a los seres vivos.


29 de abril: Día de Showa

Cumpleaños del Emperador Showa, el padre del Emperador actual.


3 de mayo: Día de la Constitución

En este día en 1947 entró en vigor la Constitución japonesa actual.


4 de mayo: Día del Verdor

Hasta 2006, el Día del Verdor se celebraba el 29 de abril, cumpleaños del Emperador Showa, ya que este emperador tenía un profundo conocimiento de las plantas. En 2007 este día festivo pasó al 4 de mayo para hacer un puente entre el 3 y el 5 de mayo. Actualmente es el día para apreciar la convivencia con la naturaleza y agradecer sus frutos.


5 de mayo: Día de los Niños

Desde antiguo, en esta fecha se deseaba el crecimiento sano de los niños. Se izan las banderas en forma de carpa (símbolo de la fuerza por subir el río contra corriente) y en el interior de la casa se coloca una réplica de una armadura de samurai.


Tercer lunes de julio: Día del Mar

Se estableció este día festivo en 1996 y hasta 2002 se celebraba el 20 de julio. En 1876, el Emperador Meiji (bisabuelo del emperador actual) hizo un viaje por el norte de Japón en un barco de vapor y desembarcó en el Puerto de Yokohama en este día. Es el día, en el que se agradece el beneficio del Mar y se desea la prosperidad de Japón, el país rodeado del Mar.


Tercer lunes de septiembre: Día del respeto por los Mayores

Hasta 2002 se celebraba el 15 de septiembre. En 1947 un pueblo de la Prefectura (Provincia) de Hyogo empezó a celebrarlo con motivo de respetar a los mayores residentes en ese pueblo y aprovechar sus sabidurías para el desarrollo del pueblo. Eligieron un día a mediados de septiembre, porque era la temporada baja del cultivo de arroz, además es una época agradable del clima. Esta costumbre se difundió a todo Japón y en 1966 se convirtió en un día festivo nacional. Pero también hay varias hipótesis antiguas sobre su origen, según una de ellas; a finales del siglo VI, en esta fecha el Príncipe Shótoku inauguró un centro de acogida de los ancianos y los enfermos. Actualmente, es el día para respetar a los mayores que han contribuido a nuestra sociedad durante muchos años y celebrar su larga vida.


23 o 24 de septiembre: Equinoccio de otoño

Según la Ley de los días festivos nacionales, es el día para respetar a nuestros antepasados y recordar a nuestros seres queridos muertos.


Segundo lunes de octubre: Día del Deporte

Hasta 1999 se celebraba el 10 de octubre. En este día en 1963 se inauguró los Juegos Olímpicos de Tokio.


3 de noviembre: Día de la Cultura

Este día en 1946 se publicó la Constitución japonesa actual.


23 de noviembre: Día del agradecimiento por Trabajo

Antiguamente, todos los años en esta fecha los emperadores hacían un rito de agradecimiento por la cosecha del año ofrendando al templo sintoísta la nueva cosecha de los cinco cereales principales; arroz, trigo, mijo, soja y borona (o panizo). Actualmente, es el día para respetar y agradecer nuestras labores.


23 de diciembre: Cumpleaños del Emperador actual

El emperador actual nació el 23 de diciembre de 1933.


A ver, si os habéis fijado, hay varios días festivos que se celebran un lunes.


Desde hace unos diez años, el Gobierno japonés ha venido promoviendo la política de “Happy Monday” y ha cambiado las fechas de algunos días festivos a un lunes cercano para que la gente pueda coger un fin de semana largo.


Me alegro de que gracias a “Happy Monday”, los japoneses puedan tener estos fines de semana largos y disfrutarlos con su familia y sus amigos, pero por otro lado, me da un poco de pena que las fechas de los días festivos pierdan el enlace con su origen. Estamos dando más prioridad a la comodidad o a la conveniencia que a nuestra historia y tradición.


Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que en Japón hay 15 días festivos nacionales? Aunque tenemos una fama de que libramos muy poco, tenemos más días festivos nacionales que España.


Bueno, ¡que tengáis un Happy Monday!



martes, 3 de noviembre de 2009

¿Misión imposible?: Regreso a casa sanos y salvos

Ayer mi amiga y su familia se marcharon de España. Ojalá pudiera decir que se marcharon con buenos recuerdos, pero lamentablemente no es así…


Le sustrajeron a la madre de mi amiga la cámara digital...


Siempre que mis amigos vengan a Madrid, les doy información y consejos sobre la seguridad de la ciudad. Pero, por el despiste en un país fuera de Japón, por el cansancio del viaje, etc., puede haber momentos que no están muy atentos a sus objetos personales. A los ladrones no se les escapan esos momentos para “cazar”.


Como podéis ver en la estadística de la Embajada de Japón relativa al número de los japoneses que sufrieron incidencias (atracos, robos, hurtos, carteristas, etc.) en España, la seguridad de los japoneses se ha mejorado considerablemente en los últimos años. Se notan los efectos de las actuaciones que ha tomado el Ayuntamiento de Madrid para mejorar la seguridad. Pero hay que tener en cuenta que estos datos incluyen solo los casos informados a la Embajada o al Consulado. Muchos turistas japoneses no acuden a la Embajada para informar su incidencia. Aunque se presentan a la comisaría para hacer una denuncia, mientras no les roban el pasaporte, no van a la Embajada. (Incluso ni siquiera van a la comisaría, porque sería una odisea buscar una comisaría en una ciudad que desconocen y hacer un trámite de denuncia en otro idioma.) Por lo cual, además de los casos registrados de la Embajada, habrá más victimas japoneses.


Número total de incidencias de los japoneses informadas a la Embajada y al Consulado de Japón, de los cuales el número que está entre paréntesis es el número de los atracos con estrangulamiento.


2000: 652 (353)

2001: 587 (290)

2002: 465 (149)

2003: 429 (112)

2004: 397 (67)

2005: 392 (49)

2006: 416 (31)

2007: 545 (21)

2008: 461 (10)


Para mí estas incidencias no son algo ajeno. No son los sucesos que sólo se ven en el programa de televisión.


Yo, he sufrido tres hurtos en estos 10 años. Cuando trabajaba en una empresa japonesa en Madrid, en varias ocasiones acompañé a las visitas procedentes de los sucursales en Japón para hacer una denuncia de hurto o robo en la comisaría. Cuando mi madre vino a Madrid, en la Plaza Mayor una mujer intentó sustraerle la cartera. Mi madre se dio cuenta de esa mujer sospechosa y la ladrona no llegó a robarle. En el metro, le sustrajeron a la madre de una amiga mía la cámara digital. Y otro caso aún peor, le atracaron a mi amiga un grupo de 2 ó 3 personas en la plena calle. Le estrangularon y se llevaron su bolso mientras ella estuvo inconsciente. Aunque ella recobró el conocimiento enseguida, imaginad el susto y el disgusto que le dieron.


Me parece que es una misión casi imposible conseguir que mis visitas japonesas vuelvan a Japón sin ninguna incidencia… ¿Algún día podré pasear por la calle tranquilamente?


Es una triste realidad que rodea a los japoneses en España.

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