viernes, 1 de enero de 2010

Nochevieja en Japón

¡Llegué a tiempo! ¡Volví a Japón antes de que comenzara el año 2010!


En los últimos años solía volver a Japón en verano. La última vez que estuve en Japón para la Nochevieja fue el 31 de diciembre de 2002. Para los japoneses, la Nochevieja y el Año Nuevo son eventos familiares muy importantes, así que podéis imaginar la ilusión que tengo por pasar estas fechas en Tokio con mi familia.


En Japón no tenemos una cena de Nochevieja como la de España, pero sí tenemos una serie de costumbres especiales para el 31 de diciembre y este año yo no quería perderlas.


Nada más llegar a casa (a las 22:00 horas del 31 de diciembre), mi madre y yo nos dirigimos al templo budista donde yace mi abuela materna. Allí queríamos hacer dos cosas: comer “Soba” y tocar las campanadas de Nochevieja. Soba, se puede comer en casa o en restaurantes de Soba, pero como tengo una agenda tan apretada, hemos optado por ir al templo de mi abuela, ya que allí podemos comer soba en la cafeteía-restaurante dentro del recinto del templo y a continuación tocar las campanadas de Nochevieja.


Hasta ahora nunca hemos ido al templo de mi abuela y el sementerio en Nochevieja. El sementerio de mi abuela es moderno. Es un edificio de 3 ó 4 plantas y las tumbas están dentro del edificio. Para que podáis tener una idea, es como taquillas roperas de vestuario de gimnasio o piscina. Cada taquilla está asignada a una familia. Tiene puertas de dos hojas, y dentro está una especie de mini altar budismo. Cada familia hace ofrenda como por ejemplo, flores, incienso y comida y bebida que les gustaba los difuntos. Me llamó mucha atención que había varios mini altares con ofrendas recien puestas, también vi como ofrenda la típica comida del Año Nuevo. Habrán venido muchas familias en estos días para que los difuntos puedan compartir la tradición del comienzo del año.


A la víspera del Año Nuevo, tenemos costumbre de comer “Soba”, que es fideos finos similar a spaghetti, pero hecho de alforfón. Se sirven calientes en un cuenco grande de caldo caliente. El caldo está preparada con base de caldo de Kombu (una especie de alga) y Katsuobushi (bonito seco ahumado) y salsa de soja. También se sirven fríos con una salsa aparte.



Comemos los fideos soba el 31 de diciembre, porque su forma fina y larga está simbolizando longevidad. Por tanto, comemos soba deseando una larga y próspera vida para el año que viene.


Después, sobre las 23:40 de la noche, los templos budistas empiezan a tocar 108 campanadas. ¿Por qué 108 campanadas? Según el budismo, el ser humano tiene 108 defectos espirituales del corazón que nos desorientan y actúan negativamente contra nuestras sabidurías.


Se cree que cada golpe de la campana elimina un defecto. Es una forma para entrar en el año nuevo con un espíritu purificado.



En el templo donde estuvimos había una cola larguísima de la gente para tocar las campanadas. Creo que el templo permitió tocar más de 108 campanadas (probablemente 200-250 campanadas). Los defectos espirituales estarán rematadísimos.


La fiesta española de Nochevieja es divertida, pero me gusta más la Nochevieja japonesa, porque me gusta este ambiente solemne y ceremonioso para comenzar un año nuevo.


Publicado viernes 1 de enero de 2010, 14:00 en Japón

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